Esther Martí, Experta Biocolorista después de haber trabajado cómo consultora técnica en grandes firmas de peluquería como Secretos del Agua y Autora del libro La paleta de las Plantas (Editorial Mandala)
Esther, explícame un poco en qué proyecto estás actualmente:
Bien, actualmente, des del mes de Julio, me dedico a la formación de peluquerías orgánicas o de aquellas que quieren ser orgánicas, es decir, que trabajan con producto sintético y quieren empezar a trabajar con producto orgánico.
¿Cómo surgió la iniciativa de dar el paso y dedicarte a la formación?
Antes de esta etapa, ya lo hacía en la marca dónde estaba trabajando y al dejar de colaborar con ellos, pensé que podía seguir formando a personas ya que la idea es concienciar tanto a la sociedad como al profesional que es necesario un cambio para poder avanzar y tener menos enfermedades que pueden surgir debido a una excesiva aplicación de producto sintético.
¿Qué detectas en estos cursos respecto al profesional de peluquería?
Veo que tienen muchas ganas de saber más. Las marcas comerciales orgánicas que hay actualmente no les dan la información que ellos quieren. Es decir, una vez los profesionales trabajan ya con alguna de estas marcas se quedan cortos de información y por este motivo la buscan en mis formaciones.
¿Cómo gestionas los productos de peluquería en tus formaciones?
Los productos que utilizo son míos y son los que utilizo yo personalmente y con conocidos. Las casas de productos parecidos tienen lo mismo que el mío pero algunos contienen algún mineral como puede ser el estereato de magnesio, sulfato de hierro, estos serían productos orgánicos con plantas y el mío es solo vegetal, sólo a base de plantas.
¿Les resulta difícil a los profesionales cambiar su forma de trabajo y empezar a utilizar estos productos?
A partir de mi formación, tendrán más facilidad para trabajar en el salón con los productos ellos ya tienen. Yo por el momento no vendo mi producto, pero con los que ellos tienen pueden llegar a hacer las cosas que yo hago o parecidas. Cuando acaban la formación ellos saben cómo utilizar el producto de que disponen para llegar a las conclusiones que yo les he enseñado.
¿Tu Libro, La Paleta de las Plantas, te ha ayudado a dar a conocer a los profesionales todo el trabajo que estás desarrollando?
El libro lo escribí con un idioma fácil tanto para el profesional como para la sociedad. Mi idea del libro es simplemente eso, concienciar tanto a la parte profesional como a la parte social de que los cosméticos sintéticos no son lo mejor que pueden ponerse tanto en la piel del cuerpo como en la del cuero cabelludo. Y además, mejorarán mucho más todos sus problemas de piel o de cuero cabelludo utilizando un producto lo más orgánico posible.
Son productos que en su composición no llevan siliconas, derivados de petrolio ni sulfato. Los productos orgánicos son más afines a la piel del ser humano.
¿Qué problemas detectan los profesionales en la sociedad? ¿Aceptan sus clientes el cambio hacia lo orgánico?
Se encuentran de todo, hay clientes de toda la vida que se van porque no entienden que ese cambio es bueno para ellos. Cuando un profesional hace el cambio, siempre le digo que al principio puede que pierda algún cliente pero al final es un cliente tóxico. Como puede pasar con la gente tóxica o amigos tóxicos, quitarte un cliente tóxico es un bien para ti; A esa persona nunca le va a gustar lo que le hagas y siempre te pedirá lo otro, siempre estará quejándose y eso generará un ambiente negativo que no interesa que se respire en tu salón. Suelen ser máximo uno o dos clientes tóxicos en casa salón, no suelen ser más.
«Cuando un profesional hace el cambio, siempre le digo que al principio puede que pierda algún cliente pero al final es un cliente tóxico»
¿Crees que queda trabajo por hacer en cuanto a peluquería orgánica?
Sí, sobretodo saber bien que es natural y que es orgánico. Natural puede ser el virus del Ébola o las piedras y no por ello lo comemos, hay que tener cuidado porque hay marcas que hablan de natural porque llevan un mineral pero a lo mejor es tóxico. Entonces, creo que se debería enseñar primero el vocabulario para que puedan ellos también explicarlo a sus clientes porque les faltan herramientas para sensibilizar al cliente. De hecho, somos como un engranaje yo sensibilizo al profesional y el profesional al cliente, el cliente a su familia, somos granos de arena que vamos haciendo un desierto.
¿Cuál crees que es la tendencia en este tipo de peluquería saludable?
La tendencia es que ellos tienen muchas ganas que salga un producto de cosmético realmente de verdad, saben todos más, se informan y me siguen en las redes pero todos me dicen que esperan que salga un producto 100% orgánico. El problema hasta el momento, es que la misma ley hace de tapadera, la ley dice que un producto ecológico tiene que estar hecho un 95% orgánico pero el 5% restante puede ser de síntesis y ahí el fabricante pone lo que quiere y se sigue vendiendo como ecológico.
¿Qué mensaje darías a los profesionales de peluquería?
Que hay algo más que lo que siempre nos han contado, el producto orgánico es mejor para la piel del cliente y para el propio profesional ya que no va a respirar tóxicos. Además, también estarán ayudando de esta manera al medio ambiente para que nuestros descendientes tengan un futuro mejor. Nuestro ADN es el que nos han dado nuestros padres, si mi madre se ha teñido durante cuarenta años el pelo todo ese PPD me lo ha pasado a mí, ahora está prohibido pero ponen PTD, y si yo siguiera tiñéndome, pasaría este tóxico a mis descendientes y así seguiría la cadena. Pensando que el ADN que siga sea sano, tenemos que empezar a solucionarlo ahora.
«Que hay algo más que lo que siempre nos han contado, el producto orgánico es mejor para la piel del cliente y para el propio profesional ya que no va a respirar tóxicos»
¿Y qué le dirías a la sociedad en general?
Que escuchara a un peluquero orgánico, que cada vez saben más y tienen más herramientas para poder trabajar su cabello de forma más sana. A la vez, esta persona se está ayudando a sí misma, a su familia y puede dar el pecho sin problema ya que no le proporcionará ningún tóxico al bebé. En el caso de los sintéticos no podría hacerlo, en la misma caja pone prohibido a los menos de dieciséis años y no utilizar cerca de pequeños.
¿Desde las autoridades se da el suficiente soporte para avanzar hacia una peluquería más saludable?
Yo pienso que no, ya que hay muchos intereses creados y ahora mismos no interesa, cuando vean que va a ser un negocio si van a empezar a cambiar. Esperemos que en ese momento mucha gente ya sepa lo que es ser orgánico y que pueda dar el salto de verdad. Mientras, yo me encuentro en conversaciones con educación para por un lado para hacer ciclos formativos sobre peluquería orgánica y por el otro con sanidad, para que se haya una regulación de las peluquerías orgánicas. En el caso de Alemania, nos llevan años de ventaja en este tema, las peluquerías tienen su logotipo de peluquería orgánica.
Y por último Esther ¿Cómo ves tu futuro?
Ahora mismo me encuentro en un proyecto del que hablaré más adelante. Mi futuro lo veo enfocado al mundo de la formación tanto a nivel de charlas como para hacer formación profesional.
¿Has tenido vocación de enseñar tus conocimientos?
Sí, hay personas que dicen que yo he sido la pionera. No lo sé en el caso de España. En Catalunya es posible que sí; He enseñado a más de ochenta salones de momento a este nivel. Pienso que estoy haciendo un buen trabajo de siembra que en algún momento se verá la flor.
«Pienso que estoy haciendo un buen trabajo de siembra que en algún momento se verá la flor»
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Un abrazo,
Anna
Ekonaiz 